Voluntario es aquella persona que se integra en una organización de una forma libre para ayudar en diversas actividades sociales de modo altruista respetando y potenciando la libertad, los valores y las capacidades de las personas asistidas.

Recibir inicialmente, y con carácter regular durante la prestación de su actividad, información, orientación, apoyo y los medios materiales necesarios para el ejercicio de las funciones que se les encomiendan.

Recibir inicialmente, con carácter regular y adaptada a sus condiciones personales la formación básica y especializada para el correcto desarrollo de las actividades que se les asignen.

Ser tratado sin discriminación y con justicia, respetando su libertad, dignidad, intimidad y creencias.

Obtener el respeto y reconocimiento por el valor social de su contribución.

Realizar una acción voluntaria de acuerdo con sus capacidades, aptitudes e interés, pudiendo obtener el cambio de programa cuando existan causas que lo justifiquen.

Que sus actuaciones no interfieran con sus principales actividades o con su vida privada.

Promover la justicia social, fomentando una cultura de la solidaridad rica en valores humanos y difundiendo el voluntariado. 

Transmitir, con sus actitudes, acciones o palabras aquellos valores e ideales que persigue con su trabajo voluntario. Ser coherente con la actitud de voluntario en el día a día.

Complementar la acción social de la organización, para dar un mejor servicio a la sociedad, sin proporcionarles un pretexto para eludir sus propias responsabilidades.

Tener como referencia de la propia actividad la Declaración Universal de los Derechos Humanos.